Óscar de la Borbolla
Otto colocó los shocks. Rodolfo
mostró los ojos con horror: dos globos rojos, torvos, con poco fósforo como
bolsos fofos; combó los hombros, sollozó: "No doctor, no... loco
no..." Sor Socorro lo frotó con yodo: "Pon flojos los codos -rogó-,
ponlos como yo. Nosotros no somos ogros." Sor Flor tomó los mohosos polos
color corcho ocroso; con gozo comprobó los shocks con los focos: los tronó,
brotó polvo con ozono. Rodolfo oró, lloró con dolor: "No doctor Otto,
shocks no..." Sor Socorro con monótono rostro colocó los pomos: ocho con
formol, dos con bromo, otros con cloro. Rodolfo los nombró doctos, colosos, con
dolorosos tonos los honró. Como no los colmó, los provocó: "Son sólo
orcos, zorros, lobos. ¡Monos roñosos!" Sor Flor, con frondoso dorso, lo tomó
por los hombros; sor Socorro lo coronó como robot con hosco gorro con plomos.
Rodolfo con fogoso horror dobló los codos, forzó todos los poros, chocó con los
pomos, los volcó; soltó tosco trompón, sor Socorro rodó como tronco.
"¡Pronto, doctor Otto! —convocó sor Flor—.
¡Pronto con cloroformo! ¡Yo lo cojo!..." Rodolfo, lloroso con mocos, los
confrontó como toro bronco; tomó rojo pomo, gordo como porrón. Sor Flor sonó
como gong, rodó como trompo, zozobró.
Otto, solo con Rodolfo, rogó como
follón, rogó con dolo: "Rodolfo... don Rodolfo, yo lo conozco... como
doctor no gozo con los shocks; son lo forzoso. Los propongo con hondo dolor...
Yo lloro por todos los locos, con shocks los compongo...
—No, doctor. No —sopló
ronco Rodolfo—.
Los shocks no son modos. Los locos no somos pollos. Los shocks son como hornos;
son potros con motor, sonoros como coros o como cornos... No, doctor Otto, los
shocks no son forzosos, son sólo poco costosos, son lo cómodo, lo no moroso, lo
pronto... Doctor, los locos sólo somos otro cosmos, con otros otoños, con otro
sol. No somos lo morboso; sólo somos lo otro, lo no ortodoxo. Otro horóscopo
nos tocó, otro polvo nos formó los ojos, como formó los olmos o los osos o los
chopos o los hongos. Todos somos colonos, sólo colonos. Nosotros somos los
locos, otros son loros, otros, topos o zoólogos o, como vosotros, ontólogos. Yo
no los compongo con shocks, no los troncho, no los rompo, no los normo...
Rodolfo monologó con honroso
modo: probó, comprobó, cómo los locos sólo son lo otro. Otto, sordo como todo
ortodoxo, no lo oyó, lo tomó por tonto; trocó todos los pros, los borró; sólo
lo soportó por follón: obró con dolo. Rodolfo no lo notó. Otto rondó los pomos,
tomó dos con cloroformo, como molotovs los botó. Rodolfo con los ojos rotos
mostró los rojos hombros; notó poco dolor, borrosos los contornos, gordos los
codos; flotó. Con horroroso torzón rodó con hondo sopor. Rodolfo soñó. Soñó con
rocs, con blondos gnomos, con pomposos tronos, con pozos con oro, con foros
boscosos con olorosos lotos. Todo lo tocó: los olmos con cocos, los conos con
oporto rojo, los bongós con tonos como Fox Trot.
Otto lo forró con tosco cordón,
lo sofocó. Rodolfo sólo roncó. Sor Socorro tornó con poco color. Sor Flor con bochorno
tomó ron: "Oh, doctor —lloró—, oh,
oh, nos dobló con sonoro trompón." Otto contó cómo lo controló.
—Otto, pospón
los shocks —rogó
sor Socorro.
—No, no los
pospongo. Loco o no, yo lo jodo. No soporto los rollos... Pronto, ponlo con
gorro.
—¿Cómo, doctor —notó
sor Flor—,
ocho volts?
—No, no sólo
ocho. ¡Todos los volts! Yo no sólo drogo, yo domo... Lo domo o lo corrompo como
bonzo.
—¡Oh no, doctor
Otto!, como bonzo no.
—¡Cómo no, sor
Socorro! Nosotros no somos tórtolos o mocosos; somos los doctos... ¡Ojo, sor
Socorro! No soporto los complots...
Otto con morbo soltó todos los
volts, los prolongó con gozo. Sor Socorro con sonrojo sollozó. Sor Flor oró por
Rodolfo. Rodolfo roló como mono, tronó como mosco. Otto lo nombró: "Don
gorgojo", "loco roñoso", "golfo". Rodolfo zozobró con
sonso momo. Otto cortó los shocks.
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